
La historia del vino - 8 000 años desde la cuna georgiana del vino
Nina BaidoshviliCompartir
Georgia es reconocida como la cuna del vino. Restos arqueológicos y lingüísticos la confirman como el origen más antiguo de la viticultura organizada, con evidencia de vino hace más de 8 000 años. En Whino queremos compartir esta tradición milenaria con los amantes del vino en España, potenciando la visibilidad de los vinos georgianos en España.
Georgia - la patria ancestral del vino.
Evidencias arqueológicas únicas
En Georgia, la relación entre el ser humano y la vid comenzó en el VI milenio a.C., durante el período neolítico. Los vestigios más antiguos de vid cultivada y vino se han encontrado en asentamientos neolíticos situados en distintas colinas (gora), como Shulaveris Gora, Gadachrili Gora, Khramis Didi Gora, Arukhlo Gora y Khizanaant Gora.
Además de semillas de uva cultivada, se hallaron restos de trigo domesticado, legumbres, herramientas agrícolas y vasijas de barro. Esto confirma que las comunidades de la región practicaban ya una agricultura desarrollada, incluyendo viticultura y cereal, en lo que los historiadores llaman la cultura Shulaveri–Shomu–Tepe.
Además, las excavaciones han sacado a la luz fragmentos de vasijas de barro destinadas a la producción de vino. Estos hallazgos indican que, ya en el Neolítico, el territorio de Georgia no se encontraba en una fase inicial de agricultura, sino que contaba con un sistema plenamente desarrollado. Esto implica que la domesticación de la vid en Georgia comenzó incluso antes de lo que se pensaba.

Tecnología milenaria: el Qvevri
Uno de los elementos más distintivos de la tradición vinícola georgiana es el uso del qvevri: grandes vasijas de barro enterradas, utilizadas para fermentar y almacenar el vino. Esta técnica, que ha perdurado miles de años, aporta aromas y texturas únicas y está reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El vino en la sociedad georgiana
Desde hace miles de años, el vino tuvo carácter sagrado. Con la llegada del cristianismo, el vino se asoció a la sangre de Cristo. La figura de Santa Nino, fundadora del cristianismo en Georgia, reforzó este vínculo al portar una cruz tejida con sarmientos de vid.
Los monasterios se convirtieron en guardianes de la tradición vinícola, elaborando vino tanto para rituales religiosos como para consumo comunitario.
El legado lingüístico del vino
La palabra “vino” viajó siglos entre culturas, reflejando los caminos de la viticultura por Eurasia. Se trata de lo que en lingüística llaman un wanderwort, un término que se desplaza entre lenguas por influencia cultural y comercial Wikipedia.
En lenguas semíticas, como el árabe y el hebreo, encontramos términos como wayn y yayin, ligados a la raíz proto-semítica *wayn- WiktionaryPalaeolexiconBalashon. A la vez, en familias lingüísticas como la indoeuropea emerge el latín vinum, el griego οἶνος (oinos) o el armenio gini, lo que sugiere una conexión remota entre estas palabras Diccionario Etimológico Online.
El georgiano moderno, ღვინო (ghvino), también forma parte de este entramado. De hecho el nombre de nuestra empresa viene de ღვინო. Según estudios lingüísticos, esta palabra deriva del proto-kartveliano *ɣwino-, que podría haber sido un préstamo del proto-indo-europeo (wéyh₁ō) o, alternativamente, un vocablo autóctono ligado al verbo ɣun- (“doblar”) Diccionario Etimológico Online.
En resumen, la palabra “vino” nos cuenta una historia de milenios de intercambio cultural: un término compartido por lenguas de áreas tan diversas como el Cáucaso, Oriente Medio y el Mediterráneo, mostrando cómo la bebida y su nombre se integraron en múltiples civilizaciones.
De la Antigüedad al renacer moderno
Reconocimiento histórico
Textos griegos, persas y georgianos antiguos elogian la calidad de los vinos georgianos. Jenofonte los describió como “aromáticos y deliciosos”, y Estrabón afirmó que en Iberia (Georgia) había más viñedos de los que la población podía consumir.
Innovación del siglo XIX
En el siglo XIX, Alexander Chavchavadze modernizó la producción introduciendo técnicas europeas, sin perder la esencia tradicional.
Crisis y recuperación
Enfermedades como la filoxera diezmaron los viñedos en el siglo XIX. Más tarde, durante la época de la Unión Soviética, la viticultura georgiana sufrió otro golpe: se priorizó la producción masiva e industrial de vino sobre la calidad, enfocándose en cumplir cuotas en lugar de preservar las técnicas tradicionales como el qvevri.
El verdadero renacimiento comenzó a finales del siglo XX, tras la independencia de Georgia, con bodegas que recuperaron métodos ancestrales, replantaron cepas autóctonas y apostaron por la calidad. Este retorno a las raíces ha permitido que el vino georgiano recupere su prestigio y alcance mercados internacionales, incluido España.
¿Por qué los vinos georgianos conquistan España?
Historia milenaria: beber un vino georgiano es viajar 8 000 años atrás.
Método qvevri: una técnica única en el mundo.
Variedades autóctonas: como Saperavi (tinto) o Rkatsiteli (blanco).
Auge internacional: cada vez más presentes en restaurantes y vinotecas españolas.
En Whino.es puedes encontrar estas joyas vinícolas, perfectas para maridar con tapas, quesos curados o carnes a la brasa.
Conclusión
Georgia no solo inventó el vino tal como lo conocemos, sino que lo ha mantenido vivo durante 8 000 años, transmitiendo su cultura en cada sorbo.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es el origen del vino georgiano?
Los hallazgos arqueológicos sitúan el inicio de la viticultura en Georgia hace más de 8 000 años, con evidencias en vasijas qvevri y semillas de vid domesticada.
¿Qué es un Qvevri?
Es una vasija de barro enterrada donde se fermenta y envejece el vino, técnica reconocida por la UNESCO.
¿Dónde comprar vinos georgianos en España?
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